Artículo publicado en “Publishnews” con motivo de la participación de Diego Pun junto a la Asociación Álbum en la Feria de Bolonia
Texto: Ernesto Rodríguez Abad. Diego Pun Ediciones · Asociación Álbum
“La asociación Álbum busca constantemente fórmulas, maneras y caminos para difundir y propagar este formato, esta manera de aunar literatura y arte visual como un camino hacia el disfrute de la lectura”
Los álbumes nos hablan en un lenguaje complejo, pero a la vez nos seducen con su juego de palabra e imagen. La conjunción de ese doble lenguaje es muy adecuada tanto para el público infantil como para el adulto. En nuestros días los libros compiten con imágenes electrónicas y con vídeos, con series y con universos virtuales; pero los álbumes siguen saliendo airosos pues su público es fiel y se sumerge en ellos seducidos por las sensaciones provocadas con imágenes y palabras. Además, por su embalaje de libro especial, de lujo, se atrapa desde estantes y expositores. Podríamos decir que ya desde su forma y textura dialogan con quien lo lee.
La asociación Álbum busca constantemente fórmulas, maneras y caminos para difundir y propagar este formato, esta manera de aunar literatura y arte visual como un camino hacia el disfrute de la lectura. Las ferias, muestras, exposiciones y demás trabajos que giran en torno a la lectura son una manera de poner en relieve ese trabajo y de tratar de hacer llegar el libro a sectores de población y a lugares impensados, a otros países y otras culturas. Así, ya aunamos la oferta de las 27 editoriales que representamos en las ferias de Frankfurt, Liber y Bolonia celebrada a comienzos de marzo.
Nuestras autoras y autores, tanto de la imagen como de la palabra, llegan o, mejor, seducen a ese público gracias a mediadoras y mediadores de lectura, pero también lo hacen al mostrarse en los eventos internacionales que sacan a la luz los nombres de nuevas voces y nuevas formas.
La tradición literaria y artística de un país además de dignificar su posición en el continente europeo o en el mundo, es un motor económico y un revulsivo cultural. Los sellos editoriales independientes pueden competir y mostrar sus productos, autores y autoras consagrados pueden dialogar su trabajo junto a promesas emergentes. Y tratar de entrar en un debate con quien lee, aunque sea la lectura una actividad minoritaria, las ferias ayudan a mostrar, a hacer visible un trabajo y a abrir ventanas en una sociedad bastante oscura y perdida.
Así pues, una feria debe mostrar lo que no encontramos en otro lugar, lo que es novedad y lo que es eterno, lo actual y lo clásico. Pero siempre como un descubrimiento que nos abrirá universos que de otra forma no podríamos descubrir.